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Gimnasio de boxeo en Santa Marta, otra de las promesas inconclusas de los Juegos Bolivarianos

Por: Víctor Castellanos

Son las 6 de la mañana y como es de costumbre Emiliano Villa se despierta en su casita que a la vez es su lugar de trabajo, un vestigio de lo que alguna vez pareció ser la casa del boxeo en Santa Marta. Poco a poco van llegando las personas al lugar, hombres de la mediana edad, jóvenes y sobre todo aquellos miembros de la liga de boxeo del Magdalena quienes tienen un solo lugar para entrenar, el gimnasio de boxeo.

 

El lugar con un aire nocturno y oscuro pareciera esconder un poco lo deteriorado de su interior, las paredes incoloras y un techo notablemente descuidado alertarían de lo peligroso del lugar para cualquier persona, sin embargo la personalidad carismática del “chamo”, nombre con el que suelen llamarlo sus amigos y alumnos debido a la gran temporada que pasó en Venezuela, contrasta con lo estropeado del lugar.

 

Es así como entre bromas y chistes el chamo va entrenando a todo aquel que llega al gimnasio, con una técnica y entusiasmo que parece retroceder el tiempo y ver al Emiliano Villa joven que competía internacionalmente, ese mismo que tantas veces dejó el nombre de Colombia en alto. Sin embargo en su rostro también se vislumbra el cansancio y las dificultades que aceleran los años en su piel, el lugar que la gobernación le entregó para que viviera y trabajara es tan siquiera habitable y como el mismo expresa: “vivo más del amor a esto que de los ingresos que me deja”.

 

Éste es sin duda una gran problemática de olvido y abandono paulatino que ha tenido la gobernación para con el gran boxeador que fue Villa, sin embargo el problema es aún mayor cuando Santa Marta supone ser sede de los Juegos Bolivarianos el próximo año. Para una ceremonia de tal índole no sólo se necesita haber ganado la sede, se requiere de una organización impecable, de un desarrollo general como ciudad y sobretodo de trabajo, de tiempo dedicado al trabajo de los escenarios que serán al fin de cuenta el lugar que dará vida a los Juegos.

 

“Acá nadie me ha dicho nada acerca de la remodelación del lugar, ni alcalde, ni nadie de la gobernación, lo único que hacen es venir, tomar medidas de las paredes, tomar fotografías y ya, pero no me dicen absolutamente nada”, expresa Emiliano con un tono de pereza e incredulidad concertadas.

 

Y parece que este silencio no sólo se manifiesta en “esos” que van a tomar las medidas y fotografías al gimnasio, sino también en la secretaría de deporte quienes no se manifiestan de manera pública a pesar que el presidente Santos afirmó que había la suma de 110.000 millones de pesos para invertir en todos los escenarios deportivos.

 

Si bien, lugares como el polideportivo se han empezado a reconstruir, el gimnasio de boxeo ubicado a unos cuantos metros del estadio, aquel lugar que es a la vez casa y trabajo de Emiliano, aún sigue en el olvido, en ese abandono lento pero pujante que parece alejar cada vez más a Santa Marta de los Juegos Bolivarianos.

 

 

DIRECTORES:

 

Sofía Arzuza 

María Paula Segrera

Andrea Collantes

Liseth Castillo

Laura Gómez

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